Todo un clásico, un maestro y para muchos considerado un mito, el rey de la rumba catalana, Peret, que arrastra ya 74 años, fue el pasado sábado a tocar a Burjassot, el conocido barrio valenciano donde se sitúa la torre de Canal 9.
La actuación convocó a más de un millar de personas en el recinto pese a que la entrada era algo exagerada (30 euros), eso sí, merecía la pena pagarla. Peret, en su línea, destaca por sus animadas canciones que hacen moverse a todo el público, hasta aquellos que no están acostumbrados a bailar, lo hacen de cualquier manera porque es inevitable. Su actuación no pasó de unas diez canciones, por supuesto las más míticas, una tras otra hacían moverse aún más al público que le animaba sin cesar con cánticos improvisados que simplemente decían “¡Peret!”.
El de Mataró realizó un concierto típico en él, marcado por sus conversaciones con gente del público, por sus largos discursos emotivos que a veces llegaban a los cinco minutos y por la emoción del público, que sabe que el rey de la rumba ya no está para muchos trotes, tal y como demuestra en sus actuaciones. Pese a todo, sigue siendo el rey de la fiesta en todos sus conciertos y el público le quiere como a pocos.
Entre los temas que tocó estaban ‘Jalamandrú’ (me engorda el agua), el ‘Canta y sé feliz’ que creo recordar fue a Eurovisión allá por los años 70, ‘Que levante el dedo’, ‘El Gitano Antón’, ‘Una lágrima cayó en la arena’, 'Borriquito' (¡qué clásico!) y como no ‘El muerto vivo’, quizás su tema más conocido y el que más mueve a la gente, que llegó a tocar dos veces seguidas.
Sabiendo que con su larga edad a Peret no le debe quedar mucho, los que pudimos hacer kilómetros para disfrutar de sus canciones en directo lo hicimos. Esperamos poder volver a repetirlo aunque sea en contadas ocasiones, por desgracia.
PD: Siento mi poca continuidad de actualización en este blog pero lo de los trabajos de fin de curso y los exámenes a la vuelta de la esquina nos come el tiempo a todxs.
La actuación convocó a más de un millar de personas en el recinto pese a que la entrada era algo exagerada (30 euros), eso sí, merecía la pena pagarla. Peret, en su línea, destaca por sus animadas canciones que hacen moverse a todo el público, hasta aquellos que no están acostumbrados a bailar, lo hacen de cualquier manera porque es inevitable. Su actuación no pasó de unas diez canciones, por supuesto las más míticas, una tras otra hacían moverse aún más al público que le animaba sin cesar con cánticos improvisados que simplemente decían “¡Peret!”.
El de Mataró realizó un concierto típico en él, marcado por sus conversaciones con gente del público, por sus largos discursos emotivos que a veces llegaban a los cinco minutos y por la emoción del público, que sabe que el rey de la rumba ya no está para muchos trotes, tal y como demuestra en sus actuaciones. Pese a todo, sigue siendo el rey de la fiesta en todos sus conciertos y el público le quiere como a pocos.
Entre los temas que tocó estaban ‘Jalamandrú’ (me engorda el agua), el ‘Canta y sé feliz’ que creo recordar fue a Eurovisión allá por los años 70, ‘Que levante el dedo’, ‘El Gitano Antón’, ‘Una lágrima cayó en la arena’, 'Borriquito' (¡qué clásico!) y como no ‘El muerto vivo’, quizás su tema más conocido y el que más mueve a la gente, que llegó a tocar dos veces seguidas.
Sabiendo que con su larga edad a Peret no le debe quedar mucho, los que pudimos hacer kilómetros para disfrutar de sus canciones en directo lo hicimos. Esperamos poder volver a repetirlo aunque sea en contadas ocasiones, por desgracia.
PD: Siento mi poca continuidad de actualización en este blog pero lo de los trabajos de fin de curso y los exámenes a la vuelta de la esquina nos come el tiempo a todxs.
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